02/08/2013
Quiero llegar hasta los 90 años para poder contarles a mis nietos,
bisnietos y tataranietos, todas mis aventuras, todas mis locas historias, que
seguramente ellos tendrán como las más grandes hazañas de su abuelo.
Quiero llegar hasta los 90 para poder lograr todo lo que quiero y
más que eso, lograr mi sueño de no tener que trabajar y ver como mi dinero se
multiplica de las grandes inversiones que hice a los 30, los negocios en el
extranjero que logré llevar hasta lo más alto de la cima a los 40, las mujeres
súper top models que conseguí a los 50 por ser un viejo rabo verde con
mansiones y carros de los más lujosos. Ver cómo llegó mi esplendida jubilación
a los 60 pero sin haber tenido que trabajar realmente los últimos 20 años,
llegar hasta los 70 como un viejo fuerte y quizás celebrar unas bodas de oro a
los 80.
Quiero llegar a los 90 para ver como las nuevas generaciones me
superan y cómo se supone, que por mi orgullo que seguramente se hará más
grande, me acoplaré a ellas para estar a la vanguardia y ser todo lo contrario
al joven con experiencia, y ser un experto que no le pide nada a la juventud.
Quiero llegar a los 90 pero me da miedo. Me da miedo por el hecho
de que en 22 años he visto como el hombre se destruye, los destruye, me
destruye y me destruyo. Miedo a ver como la tecnología logra sustituir por
completo un cálido abrazo, como la violencia se hace algo tan normal que morir
acribillado sea algo natural. Miedo a ver como la naturaleza nos dice
"gracias y disculpa", mientras talamos el ultimo árbol, mientras
cortamos la última flor. Miedo a ver como de repente, el mundo comienza a
detenerse, cómo los rayos del sol comienzan a quemar hasta sangrar, cómo las
generaciones se burlan de sus viejos, pierden la memoria y no recuerdan todo lo
que sus padres hicieron por ellos. Miedo a que mis hijos sean unos
incompetentes, buenos para nada, que no tengan mis agallas, que los aborrezca y
aun así los tenga que seguir queriendo. Miedo a ver que todo lo que logré en 90
años, mis hijos los hagan pedazos en 2, ¿te imaginas como le pegaría eso a mi
orgullo del que tanto te he hablado? Miedo a ver como mi amada se enferma por
mi culpa, por mi arrogancia y por lo testarudo que seré. Tener que cuidarla y
verla partir antes que yo, y sentirme el peor por nunca haber sido el príncipe
que ella siempre quiso y que seguramente se merecía. Miedo a ver a mis amigos
de la infancia, de la juventud, de la adultez y de la cuadra, partir uno por
uno, sin poder hacer nada. Ver como esas reuniones a los 30 comienzan a hacerse
más pequeñas a los 40, menos a los 50, un reducido grupo a los 60, unos cuantos
a los 70, tan sólo un par a los 80 y estar solo mirando al cielo a los 90;
miedo a ver como las artes y la cultura se vuelven un animal en peligro de
extinción, que poco a poco se hace más pequeño o peor, evoluciona y se
distorsiona completamente; miedo a ver como el papel y el lápiz se desvanecen
por completo, dime tú ¿dónde voy a escribir cuando me entre la nostalgia y no
quiera nada electrónico cerca?
Miedo a darme cuenta que no puedo hacer nada para mejorar esto.
Miedo a saber que al igual que tú, aporto mi granito diario para
que esto suceda.
¿Sabes? Ahora entiendo a Janis, Morrison, Hendrix y compañía, y
¿sabes? quiero ser del club de los 27 y no quiero llegar a los 90...
Notas de un escritor pedante