Bueno, quizá tenía que ser así,
no lo sé. No me importa una mierda lo que pienses cuando leas esto, cariño (si
es que lo llegas a leer). Pero por algún momento pensé que eras realmente un
ente libre y eso me atrajo mucho de ti. Seré sincero, tú y yo sabemos que no
soy la mejor persona en ninguno de los casos, que física y psicológicamente
estoy destruido (y no tenías que conocerme más, ni ser una genio para darte
cuenta de eso). Pero me gusta pensar y lo sabías.
Solamente soy un alcohólico,
pseudo escritor, que tan solo podía ofrecerte eso, botellas vacías de cerveza,
letras y pensamientos crudos. Y fue genial (en un momento) encontrarte e
imaginar que quizá por azares del destino (sin querer), había hallado un ser
tan mágico que solamente estaba atada a la libertad de sus pensamientos.
Corazón no intento herirte, pero
me decepcionas. En serio, aún ahora te quiero mucho, no como ayer pero te sigo
queriendo un chingo y me duele saber que perdiste esa forma mística de pensar (que
tanto me gustaba) y te casaste con la inseguridad, y te dejaste llevar por lo
que otras personas decidían que era lo correcto para ti. Realmente estoy
sorprendido. Nunca creí que tu podrías caer en ese juego tonto de personas que
creen que pueden modificar tu mundo a su antojo (sin importar sin son “tus
mejores amigos” o “familia”), y lo que menos creí posible, es que tú se los
permitieras.
Estoy absorto. Sorprendido. Hasta
cierto punto mutilado por todo esto. Sin rencores, sin ardides (no sé si esta
palabra existe), sin importancia, pero ¡Qué pena me da tu caso! Jaja (disculpa
la risa, pero lo releí y me causo mucha gracia).
Tú podrías tener lo que quisieras
entre tus manos, porque tienes esa capacidad de crear colores y hermosos
arcoíris con tus diferentes sonrisas. Pero de nada sirve la belleza de la
naturaleza dando un show en un circo. ¡Qué lástima! ¿Cuántas personas son
felices por tu causa? ¿Y tú? En serio, no tienes que mentirte, cuando lees.
Diré que te extraño, sí, mucho.
Diré que quisiera que regreses, pero ya nada importa porque todo está perdido.
Te perdiste. Y si regresaras ahora, solamente me quedaría irme a mí. Así que
por favor, no lo hagas. Pero si alguna vez te encuentras de nuevo, mándale mis
saludos más sinceros a ese ser que una vez quise y dile que la sigo queriendo,
que la extraño demasiado. Pero quiero aclararte que no te extraño a ti, sino a
ella. No te confundas. Ella que era un reto en la mente de cualquier artista,
ella que era un poema de una métrica no precisa pero hermosa. A ella de
estrellas en la mirada, arcoíris en la sonrisa y suave brisa del mar en el
tacto. A ella sí, la extraño. Espero tú también.
Por mi parte, te diré que (aunque
sé que no te importa) me encuentro bien. Aunque sigues haciendo falta, tengo un
poco de poesía en el escritorio, unas cuantas letras, algo de música en la
guitarra, la misma vieja bicicleta y algunas botellas de cerveza esperando
destaparse. Todo lo que ya conoces junto a mis crudos pensamientos.
Escritos de un prosaico pseudo enamorado.
Wow!! mentí cuando te dije que ya te había leído y entré presuros, no fuera me preguntaras y me pillaras en la mentira y mira no más ocn lo que me neuentro!!!
ResponderEliminarLa verdad es que es buenísimo! Te felicito, tu muy bien !!!
Jajaja eso no es de Dios, muchas gracias por leerme presurosa!!
EliminarBuenísimo. Además de poeta, alcohólico y demás haces que se vea su egocentrismo y su incapacidad para ver que tal vez él fue la causa del cambio de ella. También me gusta en entrelíneas esa angustia que él siente pues de algún modo sabe que existe la posibilidad de que ella vuelva a ser el arcoíris :) desgraciadamente será con otra persona. Muy buena entrada y un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por leer Ana Lía, ¡Un enorme abrazo!
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