sábado, 11 de abril de 2015

Carta de un psicópata

06/03/2012

Hay ocasiones en la vida donde decides, simplemente, intentar entender ciertas frases que escuchas o que alguna vez han sido dirigidas a tu persona, y han retumbado tantas veces en tu cabeza al grado de causar un patológico sismo en tu personalidad. Pero, se ha preguntado, ¿que palabra podría causar todo esto en una persona? le seré sincero, muchas veces no son las palabras, en sí, lo que provoca esto, sino de quién son recibidas; hablemos de alguna palabra en especifico, quizá podría ser “confianza”. Para empezar, ¿Qué es la confianza? Algunas definiciones más comunes podrían ser:

“Seguridad que se tiene en algo, alguien, o en sí mismo”, aunque también ramas como la sociología la definen como “la creencia en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamiento” y quizá, otra menos importante pero igual de graciosa, sería una que dice que “es la vía libre que se le da a una persona para que cometa una serie de tonterías”.

En fin, hay muchas maneras de interpretarse.

En una relación siempre se dice que el amor no basta, cuando no existe la confianza. Para ser sinceros aún no logro tener una definición clara de esta palabra, pero sé que cuando abres tus sentimientos con la persona que amas, es fácil sentir y reconocer como fluye dicha palabra, ya que todo, se convierte en un todo; sé que es algo complicado entenderlo (y un poco más tratar de explicarlo), pero es así. Claro, algunas veces no todo sale perfecto y la confianza, puede volverse algo apabullante cuando una persona no es reciproca con el grado de confianza que le profesamos. Pienso qué, si ella hubiera dicho que confiaba en mí, cuando le dije que la amaba, no tendría que haberla asesinado para enseñarle, que yo sería el único que la seguiría hasta el final; sé que es doloroso, pero era necesario que ella comprendiera esta palabra que (por mas que traté) no pude definirle.

PD: 

Si lees esta carta, no pienses que fue un homicidio o un suicidio por encontrarnos aquí en el suelo, simplemente míralo así (como realmente es), este es un acto de confianza, en su máxima expresión.

Notas de un escritor pedante.

3 comentarios:

  1. Una carta perturbadora de un ser perturbado, bien narrada, en "confianza"... Un ser despreciable en un texto digno de
    admiración.
    Un saludo, Iraís.

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  2. Muy bueno, Iraís! El final es excelente.
    Saludos.

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  3. ¡¡¡Muchas gracias por sus comentarios!!! Saludos

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